El curso “Educar sin estrés” de Óscar González es una joya educativa. El orden de los módulos está especialmente pensado para que sin necesidad de conocimientos previos, cualquier padre o madre que vaya siguiendo los videos pueda llegar a usar eficazmente todas las herramientas recibidas. Respecto al contenido, que es de matrícula, quisiera destacar un aspecto que para mí es fundamental y es que no es el típico curso teórico sin indicaciones sobre cómo llevarlo a la práctica. Desde el principio, todos los módulos tienen consejos prácticos, directos y asequibles que facilitan el día a día de las familias que quieren vivir en armonía y sin gritos constantes. Además, cada tema tiene tanto un video narrado, como un documento PDF resumen de las ideas principales y tareas para reflexionar, y un apartado de comentarios donde puedes hacer reflexiones y/o preguntas. El profesor te contesta casi inmediatamente a cualquier duda que te pudiese surgir y ofrece también dos útiles tutorías en directo. Otra ventaja que tiene el curso es que se puede disfrutar de todas las actualizaciones que el profesor va haciendo, y ha centralizado contenidos adicionales de su gran experiencia en el campo como son algunos de sus eBooks, sus videos en la “Escuela de Padres” y el reto para mejorar la autoestima de los hijos.
En definitiva, mi valoración para este curso es excelente, con este curso descubres cómo educar a tus hijos potenciándoles, creyendo en ellos, con positividad. Aprendes que no hay que dañar tu relación con tus hijos para que te obedezcan y que entre todos se puede conseguir avanzar tanto en el proyecto personal como en el familiar, ya que como dice el profesor y yo también creo firmemente, cuando crecemos como padres, crecemos como personas. De hecho, yo recomendaría el curso incluso para personas que no sean padres o madres, simplemente que quieran aprender a mejorar en sus relaciones con niños e incluso con adultos (ser asertivo, paciente, trabajar la empatía son habilidades sociales que todas las personas por nuestra naturaleza humana deberíamos trabajar y aprender a gestionar nuestras emociones).